lunes, 12 de agosto de 2013

Modelos y creencias

"No trates de vivir para siempre: Morirás en el intento."
hemebe



Esta semana tuve la suerte de participar, por parte del INEGI, en un curso de "Desarrollo de habilidades organizacionales" que impartió un señor llamado José Antonio González, quien ha dirigido diversos proyectos escolares, académicos, formativos y humanistas, como la Universidad la Concordia, la Universidad Tecnológica y una empresa llamada "Innova". En esta experiencia confirmé muchas de las cosas que creía saber y que fui aprendiendo en libros como "Usted puede sanar su vida", "La enfermedad como camino" o "El mensaje curativo del alma" y que, a pesar de verse confirmados, resurgen como una novedad a la luz de nuevas sensaciones físicas y emocionales en mi persona. Soy el mismo y he cambiado.

En este curso el señor González recorrió una buena cantidad de conceptos que vale la pena retomar, pero hoy solamente voy a abordar 2 por  cuestiones de tiempo y espacio: Los modelos y las creencias, y aquí voy:

Todos los seres humanos actuamos y convivimos en este mundo de acuerdo a lo que creemos, y no de acuerdo a la realidad: si usted cree que es fea, gorda y que siempre le va a salir todo mal, nunca se dará cuenta de su propia belleza o atractivo, de su estado de salud ni podrá valorar ningún logro, pues una vez que lo alcance perderá todo su valor pensando cosas como "cualquiera lo hubiera hecho".




El sistema de creencias autodestructivas, criticado por los más afamados motivadores y autores de libros de autosuperación, es más común de lo que se cree. Sin temor a exagerar, estas creencias podrían estar en la base de nuestra sociedad. Tratamos de disfrazar las creencias de "yo valgo poco" o "yo no sirvo" (cuestiones de autoestima) con cosas materiales (cuestiones monetarias) y de esa manera encontramos estándares fáciles de identificar para medir nuestro éxito o nuestra normalidad al compararnos con los demás: ¿qué carro tiene? ¿dónde vive? ¿cómo es su casa? ¿ya tiene tele plana de pantalla grandota? ¿tiene novio o novia tipo modelo? ¿qué más tiene? ¿qué más tiene? ¿qué más tiene?

Conocí la canción "Satisfaga sus deseos" siendo adolescente y sigo estando de acuerdo con su contenido, ahora sé que Roberto González hablaba de algo más profundo de lo que yo entendía.


Estas creencias promueven el miedo y la vergüenza a no ser igual a los demás. Y estas creencias se refuerzan en casi todo el contexto en el que nos movemos... Basta poner atención a la letra de las canciones "románticas" que escuchamos o a las telenovelas tan disfrutadas y seguidas por todo tipo de televidentes.

En toda la naturaleza existen formaciones que se repiten a sí mismas creando estructuras más amplias, relacionadas entre sí por esa similitud. Nosotros mismos estamos hechos de un número gigantesco de estructuras repetidas en nuestras células y órganos. Cuando vemos por separado estas estructuras parecen dibujos fantásticos o grandes formaciones. Si se unen varios fractales, sí logran formar cuerpos mayores.


En las estructuras sociales ocurre algo muy parecido, pero en lugar de fractales tomamos un modelo a seguir. Cada familia está convencida de que su modelo de familia es el mejor, el más funcional o correcto y por lo mismo lo va reproduciendo en cada nueva generación. Sus creencias pasan de hijos a nietos y a bisnietos con la misma convicción y más o menos con las mismas características. la forma de manifestar este modelo es en las creencias de "mi" familia y hasta la fecha sigue funcionando igual: estamos "nosotros", los que somos iguales porque creemos en lo mismo (ojo: si en una familia alguien no cree en lo mismo que los demás, es tan discriminado como sin tuviera un apellido distinto). Si creemos en lo mismo seguimos reproduciendo el mismo sistema de creencias y dándonos el mismo alimento para crecer, el mismo tipo de explicaciones para entender el mundo.
Este modelo debe cambiar. Disfrazado con la apariencia de ser parte de una bonita tradición, muy mexicana, en el modelo de vivir en la competencia por las satisfacciones materiales vamos ayudando a crecer los sentimientos de vergüenza y de miedo, pero no nos damos cuenta de eso, simplemente seguimos pensando que un día tendremos un carro más fregón que el del vecino o nuestra casa será más admirada, y pensamos que eso es lo normal y que es el centro de nuestras crisis existenciales. Sin embargo, estas "preocupaciones" se convierten en la única máscara  que podemos ver de nuestros problemas y creemos que es la real. Y como actuamos de acuerdo a lo que creemos y no de acuerdo a la realidad, seguimos en el círculo vicioso.

Este modelo debe cambiar. Alguien de la misma familia toma de pronto la decisión de hacer algo en contra de ese culto al fracaso, a la depresión, a la angustia, y rompe la "tradición familiar", Ese alguien es odiado y rechazado, se exhibe como el ejemplo de lo peor que puede pasar cuando no se apegan a las creencias familiares, pero ese alguien acaba de sembrar una semilla distinta en el árbol genealógico, en el seno de la familia.




¿Podemos cambiar las creencias personales, adquiridas al interior de nuestra familia de origen? Sí, sí podemos, es difícil y duele, por eso son pocos los que se atreven a adoptar creencias distintas a las el núcleo familiar, y aún así es posible.

Siempre vamos a creer en algo, también vamos a necesitar un modelo a seguir, pero ese modelo puede y debe evolucionar para ayudar a los miembros de la familia a vivir mejor en su contexto actual. En nuestra sociedad es muy fácil volver casi sagrados a los parientes más antiguos, así que la imagen del abuelo o bisabuelo ( o bisabuela, para el caso es lo mismo) y lo que dijeron en su tiempo son verdades absolutas. Por si fuera poco, todo lo que nos dejaron viene de nuestros antepasados más queridos (que nadie de nuestra generación conoció) y ya se murieron, así que su palabra se debe respetar, ¡cómo no!




Generalmente necesitamos seguir un modelo para nuestra vida durante la adolescencia, sin embargo seguimos un modelo desde nuestra infancia hasta nuestra edad adulta sin darnos cuenta, sin ser conscientes de ello. A veces hasta podemos burlarnos de las tradiciones familiares sin darnos cuenta de que somos parte de ellas, que internamente nos sentimos orgullosos de formar parte de esa familia en especial.

Y también generalmente, esa familia está tan influenciada por los medios masivos que muchas de sus creencias particulares han sido adaptadas de esa realidad difusa, que ya no se sabe si es externa o interna, pero que hace coincidir a muchísimos mexicanos en sus ilusiones, metas y deseos.




Seguir una ruta distinta en el plano emocional y hasta espiritual, ayudará a definir el nuevo modelo que habrá de guiar a las nuevas generaciones hasta que aparezca otro alguien decidido a definir su propia ruta. El camino actual se define por la cantidad de bienes que se pueden comprar y presumir. El nuevo camino debería dirigir a las personas hacia el agradecimiento con la vida, la fé y la espiritualidad. Esa es una opción diferente a los modelos actuales. Y no es sencillo, cuando decidas romper con un modelo anterior (o interior, porque los vivimos como la base de nuestras creencias), pon atención a cada "pero" que pones: ahí está nuestro modelo resistiéndose y tratando de demostrarnos que es más seguro seguir tal como estamos viviendo actualmente.




Hasta luego.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¿Quieres comentar?: